domingo, 15 de abril de 2012

Despertar

Ya no hay un solo ruido rotundo
que traiga a mis fantasmas ante tu pecho
hacia mi alma quieta sin nudos
y de velas inagotables si hace frío
ya no necesito más de un café dulce
pues descanso bajo la sonrisa de tus hojas
ya camino quietamente de imagen en imagen
entre esos tibios espacios de tu piel
en los que se esconde el sonido de la lluvia.
.
Salir de entre las espinas de un tiempo ofuscado
con el amable color de una mañana frente al mar 
encontrándome abierto en tu ser desvelado
y seguro ante el viento que al vacío desarma
y tu tan jovial con el sol flotando entre tus manos
me hablas de los días suaves a la vista
en que las anaranjadas nubes y su canto
vienen a refugiarse entre nuestros dedos
los fervores y virtudes de su brisa.

Con los pies y las manos mojadas
en el centro de la ciudad que desespera
mi mente se regocija como un barco que nace
en un nuevo destello de tu oleaje nocturno
mi boca tiembla y se desarma ante la tuya
al evaporarse un paraíso inestable de temores
mis inviernos van retrocediendo en calma
ante el calor de tu mirada, llana e inmutable
y cuando veo el amor luminoso y redimido
ante este otoño que flota en tus brazos
encuentro su alegre melodía definitiva
que se ocultaba en el susurro de tu voz.

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