jueves, 16 de agosto de 2012

Viento


Sabes, hay noches en que te encuentro descubierta en el deseo de tu luz o en el juego de todos los tiempos en que las melodías se vuelven eternas, en ese ritmo incontrolable que aprendiste de las aves cuando eras niña y que me lleva al recuerdo de un rincón en el que te espere esa noche en que extrañaba por encontrarte, esa noche en que mis padres me invitaron a bailar diciéndome que la vida es mejor cuando aprendes a amar y amas aprendiendo. Aprendí entonces de tus ojos haciéndose camino en el centro de lo que me hace viento y caricias, un sueño de nubes jugosas en el que digo te amo, en este espacio y en este color de tu ausencia tan añorable y dulce. Podemos encontrar grandes verdades en esa mezcla de tus ojos y los míos, una miraba y una verdad, un tocarse, un instante, tu sonrisa y una hoja que vibra en su compás. Eres la hija de una verdad que aun no puedo vislumbrar, una magia que me hace tan hombre que el vacio es solo ilusión, un disparo de esta union.

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